¿Cuántas veces te has levantado por la mañana y preguntado qué hacer hoy? ¿Cuántas veces, al ver un "nada" como respuesta, has decidido volver a dormir? ¿Cuántas te has levantado igualmente para hacer eso, "nada"? ¿Y el día que hay "algo" por hacer? ¿Cuántas veces has hecho caso a esa voz que te dice qué toca?
¿Y si esa voz se pone en tu contra? ¿Aceptas sus respuestas o decides darte otra opción tú mismo? Quizás sería lo más sensato, ignorar eso que busca tu mal y sacar una solución que no te haga caer. ¿Y si la voz insiste y empieza a persuadirte? Lo suyo es seguir ignorando...
¿Y por qué no lo hago? ¿Por qué yo sí le escucho a sabiendas de que no me trae nada bueno? Actúo mal, hago mal las cosas, hago daño o causo tristeza y, aun así, sigo haciendo eso mismo una y otra vez, como un círculo al que nunca le encuentras el final.
Cuando crees que le comprendes, actúa de nuevo y te demuestra que las cosas no son como crees, que nada ha cambiado, que nunca jamás llegaréis a un acuerdo. ¿Por qué? ¿Por qué lo hace? ¿Cómo detenerle? ¿Cómo encontrar el final del bucle?
Y aquí sigo, pensando cómo diablos desviar estos pensamientos, cómo dejar de morderme la cola una y otra vez como la pescadilla, cómo salir del pozo en el que me hunde, cómo liberarme de esta carga que, a su vez, me hace ser otra carga. ¿Encontraré respuestas algún día?
18 nov 2013
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